
Según relató a los guardias civiles de Manzanares, cuatro hombres le secuestraron a las cinco de la madrugada cuando salía de una discoteca. Los cuatro jóvenes le obligaron a parar el coche. Tras pegarle y amenazarle con una navaja, le sustrajeron 300 euros y le obligaron a ir a Moralzarzal, donde sacaron dinero de un cajero automático. Fue liberado 21 horas después.
La Guardia Civil dio prioridad al caso, ya que se trataba de dos delitos graves: robo con violencia e intimidación y detención ilegal. Poco a poco, los agentes desmontaron la falsa versión del vecino de Manzanares. Pudieron demostrar que la supuesta víctima estuvo toda la noche en la discoteca de Manzanares, con una persona que conoció en ese momento. Abandonó el local a las cinco de la madrugada, pero sin ningún tipo de incidencia. El falso denunciante reconoció los hechos y aseguró que lo hizo para justificar ante su esposa el alto gasto de dinero.
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