Las personas dependientes del alcohol tienen una esperanza de vida 20 años menor que las abstemias o aquellas que beben con moderación, según un estudio hecho público hoy por científicos alemanes.
Las mujeres alcohólicas en Alemania tienen una esperanza de vida de 60 años, mientras los hombres no superan los 58 años, en ambos casos 20 años menos que la edad media de los alemanes, destaca el estudio realizado por las universidades de Lübeck y Greifswald, al norte de Alemania.
“Ninguno de los alcohólicos fallecidos alcanzó la media de esperanza de vida de 82 años en las mujeres y 77 años en los hombres”, concluye el estudio dirigido por el profesor de epidemiología Ulrich John.
Los científicos germanos se mostraron sorprendidos por el hecho de que la dependencia del alcohol, en comparación con el tabaquismo, reduce la esperanza de vida en mayor medida.
En ese sentido destacaron que muchas enfermedades de cáncer provocadas por el consumo de tabaco conducen mucho más tarde a la muerte, por término medio más allá de los 60 años de edad.
El equipo estudió los datos sanitarios de 4.070 personas escogidas aleatoriamente del registro de habitantes de Lübeck y 46 municipios cercanos en 1996, de las que 153 habían sido diagnosticadas como alcohólicas.
Sobre esa base pudieron seguir la evolución de la salud a lo largo de 14 años de 149 personas, 119 hombres y 30 mujeres, que consumían alcohol de manera adictiva.
En comparación con la población normal, el índice de mortalidad de las mujeres alcohólicas resultó ser 4,6 veces mayor, mientras en los varones alcohólicos se incrementaba 1,9 veces.
Esa estadística confirma que las enfermedades derivadas del alcoholismo afectan más rápida y gravemente a las mujeres que a los hombres, sin que los científicos puedan explicarse esa diferencia.
El estudio, que publicará próximamente la revista especializada estadounidense “Alcoholism: Clinical & Experimental Research”, tampoco explica la causa de la muerte de las personas estudiadas, aunque concluye que el alcoholismo condujo finalmente a la misma.
Asimismo señala que las terapias para curar el alcoholismo no contribuyen a mejorar la esperanza de vida para ese tipo de adictos, ya que se realizan generalmente demasiado tarde y cuando los afectados sufren varios males derivados del consumo enfermizo.
En ese sentido destacan que un 23 % de los 149 casos estudiados realizaron terapias de abstinencia de varios meses y un 6,7 % curas de desintoxicación, pero que en todos ellos la esperanza de vida fue igual de reducida que la de aquellos que no lo hicieron.
Según estándares internacionales se consideran alcohólicas a aquellas personas que cumplan con al menos tres criterios durante un mes: fuerte e irresistible deseo de consumir alcohol, falta de control sobre el consumo, síntomas físicos como temblores, el llamado efecto costumbre que lleva a consumir cada vez más y el consumo continuado pese a encontrarse enfermo.
EFE
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