A la Celestina, el personaje de Francisco de Rojas, se le atribuía haber hecho renacer la pureza de más de cinco mil mujeres a punta de hilos de seda encerados, agujas y hierbas. Gracias a esa habilidad para devolver castidades perdidas, un embajador logró vender tres veces como virgen a una de sus criadas. Hoy, varios siglos después, una mujer –sin importar su edad, condición, vida sexual o estatus económico– puede recuperar por miles o millones de pesos su virginidad las veces que quiera. Cremas, dispositivos y cirugías prometen renacer la pureza.
“¿Para qué?”, preguntan algunas mujeres consultadas, al tiempo que confiesan: “¡Si usted puede fingir!”… Así es señores, las mujeres además de fingir orgasmos pueden parecer castas. “Esa historia de que un hombre se da cuenta si su novia es virgen, no es tan cierta”, explica la psicóloga y sexóloga Mariela Martín. Lo que pasa, “es que hay una serie de mitos alrededor de eso y la presión social, sumada a la hipocresía masculina hace que muchas mujeres actúen como si la relación con su actual pareja fuera la primera. No son capaces de decirles la verdad porque temen que las dejen o las juzguen”.
El sexólogo José Manuel González tiene estudios que señalan que en el país, sólo una de cada tres mujeres llega virgen a la universidad. “Es decir, que la mayoría ha dejado su ‘pureza’ en el colegio”, señala.Según una encuesta, la edad en que las colombianas tienen su primera relación es, en promedio, los 13 años.
Laura M. Carpenter, autora del libro “Virginity Lost: An intimate portrait of first sexual experiences (La virginidad perdida, un retrato íntimo de las primeras experiencias sexuales) explica que “si la virginidad solía ser hace muchos años un regalo para las mujeres y un estigma para los hombres, ahora estamos en un momento en que algunos hombres lo ven como un regalo y ellas como un estigma”.
“Para una mujer ya no es tan importante eso, yo perdí mi virginidad a los 15 años, y mis amigas antes, pero es que para los hombres parece un trofeo tener a una mujer la primera vez. Yo digo, si él me quiere virgen, ¡pues puedo pretender ser una!”, dice Marcela, de 25 años. “Pero no creo que alguien me crea… ¿A esta edad, y virgen? ...”.
Cuentan médicos que la cirugía para reconstrucción vaginal es cada vez más común. “Hoy en día, las colombianas no solo buscan recuperar la virginidad, también darle un retoque a la zona íntima, que con el paso del tiempo pierde tonicidad y otras características”, explica un cirujano, que dice que a su consultorio llegan desde jovencitas hasta mujeres de 60 años.
“No puedo decir las razones por las que quieren hacerse la reconstrucción de himen, pero he visto desde miedo a que sus parejas se den cuenta de que no son vírgenes, hasta caprichos de volver a sentirse jóvenes”. En otros países, las principales clientas de este procedimiento son las prostitutas. Cuenta un cirujano español al periódico ‘El País’ que una de ellas “se ha operado nueve veces, pues le resulta muy rentable vender su primera vez. Le pagan miles de euros”.
En Colombia un procedimiento de reconstrucción de himen puede costar hasta 3 millones de pesos, se hace en media hora con anestesia local, no requiere hospitalización y sólo se recomienda a la paciente esperar un mes para tener sexo. Dice González que la cirugía se está popularizando cada vez más en la clase media porque “es la más conservadora, en los estratos bajos y altos, eso no importa tanto”.
“Parto de que cada uno tiene un pasado sexual. Yo no les pregunto a mis novias si son vírgenes –igual no es algo que me importe– o cuántas parejas han tenido. Eso sería incómodo para mí y no creo que alguien se atreva a ser tan honesto. Prefiero escribir una historia con cada una de las personas que conozco, el pasado es pasado”, dice Pablo, un hombre de 33 años.
Pero los expertos consideran que para los hombres es muy importante tener a una mujer conservadora a su lado. “Les encantan las novias liberadas, pero cuando se quieren casar buscan a una recatada. Es la doble moral de los colombianos”, explica González, quien se pregunta: ¿Es la virginidad física o mental?, y cuenta casos que llegan a su consulta:
“Hay muchas mujeres que no tienen relaciones vaginales, pero permiten sexo oral, relaciones anales o masturbación. Pero si nos atenemos al significado de virginidad, a pesar de su amplio recorrido, ¡ellas lo son!”.
Fuente: http://www.elespectador.com/revistas/ellas/puerta-cerrada/articulo-377574-virgenes-%E2%80%A9-carta
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