Un profesor del norte de Suecia dejó su mochila en el portal de su casa y bajó a la lavandería. Al regresar poco tiempo después la mochila había desaparecido. Junto a ella habían desparecido las llaves, las tarjetas de crédito y, lo más importante, el ordenador portátil junto a agenda con los apuntes de los últimos 10 años.
Cual fue su sorpresa cuando el ladrón primero le devolvió la mochila con todo su contenido menos el portátil y una semana después apareció un pincho USB con todo el contenido del ordenador.
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