La monotonía sexual y la constante daña las relaciones que tanto cuestan mantener y conquistar para que sean plenas y llenas de confianza, amor y complicidad, publicócronicadelquindio.com
Para romper la inercia del cotidiano hay que actuar y los practicantes de la filosofía tántrica proponen contra la monotonía el sexo tántrico. Argumentan que la verdadera razón, o finalidad del coito, no es solo la eyaculación sino el descubrimiento de una nueva etapa de compenetración erótica en la pareja con un sentido eminentemente espiritual.
“Dentro de la medicina tradicional china, la sexualidad se consideraba uno de los factores principales para mantener la salud y la juventud, junto a otras disciplinas como la alimentación, la meditación, el ejercicio físico, se decía que el hombre podía llegar a vivir 120 años o más si llegaba a conseguir canalizar la energía sexual. Hoy en día, en nuestra cultura se ve esto como un tabú y más del 85 % de la población padece algún trastorno relacionado con la sexualidad y la pareja”, explicó el bioenergético Camilo Suárez Castro.
En Occidente existe la tendencia a simplificar el tantra y a asociarlo solo como el legado de India en materia sexual, con la práctica sexual o el tantra rojo. Eso es solo una parte de lo que se trata en el tantra, es sentir una expansión de la conciencia y una liberación de la energía.
“La palabra viene de la raíz sánscrita tan, tejer o construir, y se utiliza en el sentido de tejer o construir la propia consciencia. Es un sistema de vida y una disciplina filosófica según la cual, para conectarse con el espíritu, es necesario escuchar al cuerpo. El tantra es la madre de la cultura de India y es más que una práctica del sexo”, aseguró el experto.
Para despertar la líbido nada mejor que las caricias sin prisa, justo las que no son un preámbulo a la penetración. Acariciar y ser acariciado, incluso en público, combate la ansiedad resultante de unas deterioradas relaciones sexuales, y ayuda a recuperar la confianza y la autoestima.
Para despertar la líbido nada mejor que las caricias sin prisa, justo las que no son un preámbulo a la penetración. Acariciar y ser acariciado, incluso en público, combate la ansiedad resultante de unas deterioradas relaciones sexuales, y ayuda a recuperar la confianza y la autoestima.
Las caricias
Precisamente estas van de la mano con la propuesta de sexo tántrico que puede espantar la monotonía de la vida en pareja. Para la filosofía tantra una eyaculación mensual es suficiente ya que considera que el semen del hombre contiene mucha energía y no debe ser desperdiciada.
“Con mucho empeño y práctica se logrará a lo largo del tiempo tener orgasmos sin la expulsión de semen, lo que se traduce en un placer prolongado y más intenso. Tiene también la ventaja de hacer desaparecer la indiferencia inmediata que experimentan algunos hombres hacia la mujer luego de la relación sexual”, aseveró Suárez Castro.
La relación sexual en el sexo tántrico
1- Reserva: De común acuerdo con la pareja, un fin de semana solo para la pareja. Pueden quedarse en casa, irse de excursión o marcharse a un hotel apartado, pero lo importante es que tengan tranquilidad y un ambiente propicio para intimar.
2- El primer día: Dediquen al menos quince minutos a estimularse el cuerpo con movimientos circulares, exploren de esa forma el templo del deseo que es el cuerpo humano evitando las zonas más erógenas como los genitales y el pecho.
3- Complemento: Ese primer día desnudos sobre la cama, alfombra, pasto o lugar que más les guste, en la postura de la cuchara (él la abraza por detrás), donde es clave repetir las caricias el tiempo que se quiera, o que se pueda, sin llegar a la penetración. Esto alimentará el deseo y hará más placentero el coito cuando finalmente llegue.
4- Al día siguiente: Repetir las sesiones de caricias, pero esta vez adentrándose en las zonas más sensibles como los pechos y genitales. Asimismo comenzar a estimular directamente las zonas erógenas durante una hora aproximadamente.
6- Pausas: Tras una pausa de unos cinco minutos, dar inicio con la tradicional postura del jinete, la mujer encima del hombre, con penetración pero sin movimiento y seguidamente realizar el coito tántrico, que consiste en alternar periodos de unos minutos de penetración.
Es importante entender que al coito se debe llegar sin el menor apremio, es recomendable para la relación no tener prisa, comenzar por acariciar sitios poco comunes o considerados no erógenos y mantener una respiración conjunta en la que se exhale cuando el otro inhale, moverse a ritmo pausado y detenerse cuando se sienta que la eyaculación está cerca. Para prolongar su aparición es muy útil la respiración profunda, presionar la lengua contra el paladar en la zona que se une a los dientes delanteros, y si es necesario ejercer presión en la zona perianal del hombre, hasta que el reflejo de eyaculación desaparezca. Una vez superada esta etapa, empezar de nuevo.
“Los orientales, diseñadores de esta práctica, aseguran que es la única capaz de completar los nueve niveles de orgasmo que según ellos poseen las mujeres para, en el último, arribar a la llamada pequeña muerte, el desvanecimiento que se alcanza al llegar al clímax máximo. Según los maestros en estas lides, el hombre occidental solamente estimula a la mujer hasta que esta alcanza el cuarto nivel, es decir que quedarían aún cinco por recorrer”.
“Consigas o no llegar a la meta tántrica, lo cierto es que por el camino habrás espantado la monotonía, multiplicado tu deseo sexual y de paso habrás ayudado a tu pareja a controlar la eyaculación, acto que facilita la prolongación del acto sexual y el placer mismo. Es clave que esta práctica se lleve a cabo de forma continua y sin prisa, esto ayudará a fortalecer la confianza de la pareja, y así ser feliz y pleno alcanzando todos los niveles que tiene el sexo tántrico. Esta práctica es común en matrimonios que llevan mucho tiempo”, concluyó Camilo Suárez Castro.
“Consigas o no llegar a la meta tántrica, lo cierto es que por el camino habrás espantado la monotonía, multiplicado tu deseo sexual y de paso habrás ayudado a tu pareja a controlar la eyaculación, acto que facilita la prolongación del acto sexual y el placer mismo. Es clave que esta práctica se lleve a cabo de forma continua y sin prisa, esto ayudará a fortalecer la confianza de la pareja, y así ser feliz y pleno alcanzando todos los niveles que tiene el sexo tántrico. Esta práctica es común en matrimonios que llevan mucho tiempo”, concluyó Camilo Suárez Castro.
Pasos
-Respiración.
-Caricias.
-Besos.
-Penetración.
-Eyaculación contenida.
-Clímax
-Caricias.
-Besos.
-Penetración.
-Eyaculación contenida.
-Clímax
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